Aquí a la puerta del museo |
También visitamos la fortaleza de Saladino, entrando en dos mezquitas, una de columnas (de cuyo nombre no me acuerdo) y la de Alabastro, copia de la de Santa Sofia, se nota que esta última es la que tiene mas "trajín turístico" y están preparados, vendiéndote en la puerta patucos como los de los médicos, para n descalzarte y agua y cosas así. En cambio en la otra no hay casi nadie y esta sucia y descuidada. Destacar en la mezquita el reloj, que cambio el sultán de turno (no recuerdo cual) con Luis XVI de Francia, a cambio de un obelisco de Luxor (que actualmente se encuentra en la Plaza de la Concordia). Reloj que jamás funcionó.
Por último, dos horas que supieron a poco, en el mercadillo de Kahn el Khalili. Donde el regateo es obligado. Yo con gran maestría fui aplaudida, incluso por algunos dueños, tras la transacción, por mi implacable postura, pero amplia sonrisa. Allí protagonice una bonita escena en la farmacia, donde me dieron un tratamiento para el eccema, que con fe y valor tomé. No sin consultar a los guias si eso era lo correcto y yo había entendido bien el prospecto (que estaba en árabe y en ingles, yo lo leí en ingles)
Ya en el hotel descansamos, para levantarnos a una hora más que prudencial, sin las prisas de las excursiones. Dia libre por El Cairo...
Lo tengo claro, este año comienzo con el inglés!!!
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