jueves, 11 de octubre de 2012

Día 11: del barroco al renacimiento

Hoy ha tocado visitar una de las ciudades más famosas y románticas del mundo. Lo romántico es ir todo el dia en barquito. Aquí la gente tiene una filosofia de vida más tranquila que en otras ciudades italianas. En Roma y Florencia (ni que decir Napoles) el ritmo de vida era más ajetreado y estresado.

Hemos podido visitar 10 iglesias, abarcando gótico (en su apogeo y tardío) y principios del renacimiento. Algunas de las capillas visitadas han sido:

San Zacarias
Santa María del Orto (huerto)
San Rocco
La Salud (oscurantista, de base circular del final del barroco, a mi truenecito le ha decepcionado, a mi me ha gustado)
La Basílica de San Marco

entre otras... Me han parecido espectaculares. Hemos visitado el puente de Calatrava, junto a la estación de tren y autobuses. Paseado en el vaporetto del arte, que muestra los palacios principales de la ciudad, convertidos en museo, con su explicación audiovisual en varios idiomas.

Finalizamos el dia visitando el palacio ducal, donde no solo vivia el duque sino estaban los juzgados comunicados con la carcel por el puente de los suspiros (de ahí su nombre, los reos suspiraban al pasar de los juzgados al penal) Muy bonito e interesante.

Mañana mucho coche, nos espera un trayecto de algo más de 5 horas ¡A los Alpes!

Dia 10: el lado oscuro de Venecia...

Hoy vamos de vaporeto en vaporeto. Arribamos en Venecia a eso de la una en un ferri. De los que transportan barcos.
Llegamos a nuestro hotel sin problema. El dueño muy atento nos explica como ir y venir desde la isla de Lido(  donde nos hospedamos) a Murano y Venecia. Lo que sale mas rentable es el bono, hemos cogido de el 36 horas + vaporeto arte, que es un barquito que para en los museos y con el mismo bono ya entras en el museo sin colas ni nada.
Nos hemos acercado a Murano tras una rica y merecida siesta. Aquí las tiendas cierran súper temprano. A las 6 en su mayoría, a las 5:30 chapaban otras. Hemos llegado a la isla a las 5:15...
Aun así hemos comprado costillas. Tomado capuccino y acercado a Venecia. Donde hemos buscado donde cenar y pasear.
Ya intentando volver a Lido hemos buscado la parada del bus (vaporeto) más cercana, pero no nos permitía pasar. Alarmados pensando que se nos había estropeado el bono nos hemos acercado a la siguiente parada. Empezamos a notar una oscuridad que nos embargaba... apenas luces en la calle y la parada totalmente oscura. Un vaporeto que se acerca tímido (funciona como el bus, si nadie se va a bajar y no hay gente en la parada, pasa de largo) un alma caritativa hace señas con una linterna desde un balcón cercano. Nos alumbra he indica al vaporeto que hay gente en la parada. Prometo que no se veía mas allá de la nariz.
Mañana nos espera otro día entre barquitos/bus.

martes, 9 de octubre de 2012

Día 9: bellisimo

Hoy amanece lloviendo en Florencia. Pensamos, inocentes nosotros que tendríamos menos cola en la uffizi. Pero no. 90 minutos de cola, para ver una colección muy extensa de pitos y tetas. En piedra, lienzo, fresco, oleo o acuarela.

Tras lo cual comemos. Mi marido empieza a notar cierto comportamiento extraño en el camarero. Le soba. El camarero me riñe y no me deja probar la comida de mi truenecito, solo le pregunta a él si estaba bueno y cuando se levanta a pagar este dice, "pero que belissimo"... Anonadada.

Huyendo del local, cruzamos el río para ver el palacio de Pitti, inmenso, con varios museos dentro y un extenso parque. Al salir y antes de ir a la academia, visitamos varias iglesisas.

Otros tres cuartos de hora de cola para ver a David. Digo para ver a David, porque es casi lo único que hay. El resto está o mal dispuesto o mal señalizado. Con un pequeño museo de instrumentos musicales y algo de arte moderno... De este arte que es incomprensible.

De todo lo visto hoy, me quedo con unos crucificaos sin paño del pudor (osea con el pito al aire) que me han dejado impactada.

Mañana Venecia.

lunes, 8 de octubre de 2012

Dia 8: de pueblos

Ruta Siena, monteriggioni y San Gimignano.
Que puedo decir, precioso. Siena es una ciudad que compite con el vaticano, con su explendida catedral y dos pueblos medievales, con una artesanía marvillosa.
Mañana de museos!

domingo, 7 de octubre de 2012

Día 7: Florencia

Hoy es domingo y tampoco descansamos. Toca visitar iglesias y basilicas florentinas. El renacimiento está muy presente, sencillez que contrasta con el barroco recargado de Roma.

La sinagoga, la Badia Fiorentina y la basilica de santa María Novella, estaban cerradas. Pero hemos estado en el ponte veccio, veccio por la cantidad de joyerías que se congregan a lo largo del puente. La basilica de Santa Croche, el Duomo, el museo Galileo y otras iglesias.

Ya ando cansada y hoy me lo he tomado con un poco más de relax.

Día 6: Una de tópicos

Hoy toca el día en las autovías de Italia. De Roma a Firenze (Florencia) hay como dos horas y media. Nos lo tomamos con calma, con tanta calma que al llegar ya estaban cerrados los restaurantes (ya no sirven comidas a partir de las 2). Nos apañamos con lo que encontramos en un super y a descansar.

Tras 30 minutillos de siesta, nos ponemos en marcha y vamos a Pisa, otra hora larga de coche. Tambien llegamos tarde para entrar en la basilica. Asi que nos hicimos las fotos típicas y a cenar. Trasnochamos muchísimo, no llegamos al hotel hasta pasadas las 10 (ya estaban los jóvenes de botellón).

Hartos de coche, mañana a pasear por Florencia.

Día 5:Arte Sacro y cristianos devorados por leones

Hoy echamos la mañana en visitar iglesisas, capillas, basilicas y demás. Entre ellas vimos, pequeñas capillas en las que nos hubiese gustado casarnos. Y el espectacular Moises de Miguel Angel.

Y a la tarde vimos el Coliseo donde los guias daban detalles morbosos de como subian a las fieras para que devoraran cristianos mientras el público aplaudía. Tras las fotos de rigor, nos dirigimos al conjunto histórico del Palatino y el Foro Romano. Echamos la tarde tranquilamente paseando entre las ruinas. Luego paseando nos vamos a una zona típica de cenas llamada Tretevere (o algo así) no sin antes pasar por la isla Tiberiana.

Vivimos otra experiencia religiosa al subirnos a un taxi, que no bajaba de los 80 en calles estrechas y solo aminoraba levemente en los stop.

Y ya mañana será otro día.