Crónicas Egipcias, día 4: Mañana sobrecogedora.

Ante todo disculparme por la tardanza en publicar y si no es coherente del todo mi relato, puesto que he caído enferma.

Este es el último día de crucero. Nos levantan a las 6 de la mañana, para llevarnos al Valle de los Reyes. Es impresionante, 45º a las 7 de la mañana. Sube escaleras, baja escaleras... Si no fuese por las maravillas esculpidas y pintadas en las paredes....

Lo pasé mal en la tumba de Tutmosis I, Trombosis para los amigos. Fui a ver su momia en El Cairo solo para decirle ¡¡la mala colocación de su tumba!! Con la entrada solo se pueden ver 3 tumbas y la de Tuthankamon hay que pagarla a arte. Tampoco puedes hacer fotos... En fin... Mi primo se llevo piedras en los bolsillos, las cuales tengo yo. No se si se las devolveré, molan un montón.

De aquí fuimos al templo medinet abu, aquí si dejaban hacer fotos, y es un templo rico en pinturas. Las columnas están mutilas por la mitad, no recuerdo por culpa de quien. Y lo más curioso de templo es la historia que relatan en una de las paredes de las cuales pongo fotos:

Aquí cuentan como el Faraón prometió a los soldados un premio por cada muerto en combate, como prueba tenían que traer una mano. Los soldados que no eran tontos, cortaban las dos y así recibían doble premio. El faraón al darse cuenta, decidió que cortaran aquello que solo los hombres tienen y solo hay uno.

He aquí la montaña de manos

He aquí la montaña de... "miembros"

Esta visita constructiva y educativa, da paso a los colosos de memnon, impresionantes verlos de cerca.

Y solo son las 11 de la mañana. Nos dirigimos a Karnak, y sus carneros. Los que no hayan visto o leído "muerte en el nilo", de Agatha Christie no comprenderan mi alusión a los carneros lividinosos. Os recomiendo completamente tanto el libro como la adaptación.

Aquí me dio la lipotimia del viaje (gracias a Dios solo una) y tampoco fue muy grave gracias a las niñas de Badajoz que me proporcionaron agua y azúcar. El templo es inmenso y precioso. Di vueltas al rededor del escarabajo, que da suerte. Y me fotografié junto a los carneros.



Ya volvimos al barco, almorzamos, nos dieron unas habitaciones para ducharnos, era muy necesario. Nos fuimos al aeropuerto de Luxor (mejor organizado que el del El Cairo), nos montamos en un avión de cercanías, mucho más cómodo que el primero. Con más de 2 horas de retraso llegamos a El Cairo, Nos montan en un autobús y nos dirigen al hotel "Oasis", emplazado en Giza, cerca de las pirámides. Una autentica odisea para llegar a las habitaciones. Pero todo estupendo, las toallas blancas y sin manosear.

Y nos fuimos a dormir a eso de las 12. Ya mañana será otro día.