martes, 15 de septiembre de 2009

Jornadas de orgia consumista

Cuando uno nada triste, deprimido… entra en un círculo de depravación y frenesí para intentar animarse. Unos beben, otros fuman compulsivamente y otros comen sin tino, en el caso de mi mama y mío era el de comer, pero como la han prohibido comer prácticamente todo nos hemos arrojado en una orgia consumista a la que mi padre se nos ha apuntado.

Todo comenzó, ayer en el corte inglés, donde fuimos muy parcos, yo solo compre un par de botines kangaroos y un sombrero y mi madre con 4 libros (evitamos pasar por perfumería q es la autentica perdición de mi madre)



Hoy que sólo salíamos para la farmacia, echar la lotería y pasear por el centro, se nos ha complicado la cosa. Ciertamente la primera parada ha sido en la farmacia, después hemos comprado una colonia para mi padre y hemos hecho un alto en el camino para q mi madre se tome una media mañana. A la vuelta, dice mi padre, - por qué no probamos, a ver si a tu madre le sirven las deportivas de las que tú usas- y nos encaminamos al “pullandbear”. Pero antes digo de pasar por Mango por mirar, allí ya empezó la orgia, mi madre ve un jersey, que le vale, y decide llevárselo, luego busca por toda la tienda algo para mí, pero no vemos nada que me vaya, se pone muy feliz cuando saco mi tarjeta mango club y se ahorra casi 6 euros del jersey. Después paso por blanco, para comprarme una bailarinas y salgo de allí con dos, negras unas como acolchaditas y otras lisas de tachuelas, quise comprarme un chalequillo con lentejuelas pero solo quedaban de la talla “s”.
Salimos de allí y entramos en el “pullandbear” donde mi madre para un poco de vergüenza, ya que padece de una tendinitis y no debe subir y bajar escalones, la dejan subir en el montacargas, y eso, a ella le da muuuuuucha vergüenza. Una vez arriba, unas lentejuelas llaman mi atención, lo extiendo y es un bonito fular gris, por un lado de algodón, por el otro de lentejuelas, haciendo un dibujo de leopardo, mi madre mira el precio y dice –te lo regalo- . Seguidamente miramos sus zapatillas, que la valen. Mientras se las probaba, dos cosas llamaron nuestra atención, primero un bolso negro, impermeable, con una calaverita en una esquina y asa de cadena larga, miro el precio y pienso – no es muy grande pero cuesta menos de la mitad que uno en misako, ¡adjudicado!- Y unos calcetines con pollitos y unos tobilleros de animalitos salvajes, mi madre se coge los pollitos, un perrito y una cebra, yo unos con un pulpo.
Salimos de allí, cargados con bolsas, pensado que ya habíamos terminado…. ¡pues nada más lejos! Pasando por delante de nella nutti mi madre ve unas bailarinas con mini tacón cómodo gris y entramos, me las pruebo, y me las quedo, no sin antes, ella mirarse un bolso que le regala mi padre. Ya, por fin, llegamos a casa y yo esta tarde he quedado para ir de tiendas con una amiga, no sé qué será de mi. Aquí adjunto foto de mi botín.

1 comentario:

  1. Aaanda hijaa!!! jejeje, si que habeis aprovechado el paseo, eh?? Miedo me da a mí un día de esos de derroche, más que nada porque ando tiesa con tantas vacaciones!!
    Besiiitos!!

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